Hace varios años que los recitales de poesía viven un buen momento entre el mar de propuestas de la oferta cultural nacional. Son muchas las personas que acuden a presentaciones de poemarios, poetry slams y micros abiertos (open mics) realizados en librerías, pubs, cafeterías y bares para escuchar y recitar versos, mayoritariamente, de autoría propia. Pero como en casi cualquier contexto, estos espacios literarios no están libres de situaciones que perpetúan ciertas violencias de género.
Por ello, ya son varias las mujeres que han creado y organizan micros abiertos de poesía que ponen especial hincapié en la seguridad de sus asistentes.