A Donald Trump, el único expresidente imputado en la historia de Estados Unidos, le han leído este jueves por la tarde sus cargos más graves hasta la fecha: cuatro delitos de conspiración y obstrucción por su papel protagonista en uno de los capítulos más oscuros de la democracia estadounidense: el intento de revertir el resultado de las elecciones de 2020 que acabó en el asalto al Capitolio.
Ante la jueza, el magnate se ha declarado inocente de la acusación, que se remonta a los hechos ocurridos entre el 3 de noviembre del 2020, cuando perdió las elecciones presidenciales, y el 6 de enero del 2021, cuando hizo todo lo posible para anular su resultado, alentando a sus seguidores más radicales a tomar el edificio federal y exigiendo a su vicepresidente, Mike Pence, que detuviera la certificación de Joe Biden como nuevo inquilino de la Casa Blanca.