Tras más de cuatro años de camino, Chile regresó este domingo a la casilla de salida después de rechazar por segunda vez consecutiva una propuesta de Constitución para intentar sustituir a la actual, heredada de la dictadura de Augusto Pinochet. El país se convierte, así, en el primer del mundo en acumular dos procesos constituyentes fallidos, con solo un año y tres meses de diferencia entre ambos plebiscitos.
Las elecciones constitucionales, en las que la ciudadanía ha elegido por un 55,7% de los votos mantener la carta magna vigente y descartar una propuesta de texto empujada por la ultraderecha y la derecha tradicional, han culminado un proceso iniciado con el estallido social de 2019.