Sam Mendes ha puesto, casi sin proponérselo, patas arriba la carrera de los Oscar. En la pasada edición de los Globo de Oro se llevó el galardón a Mejor Drama y, para sorpresa de muchos, también el premio a Mejor Dirección compitiendo con nombres como el de Scorsese, Tarantino o Bong Joon-ho. 1917 tiene la culpa.
La última película del director británico llega ahora a nuestros cines como una de las favoritas para los premios de la Academia de Hollywood. Una sorpresa que se significa como un auténtico sprint de relevancia porque la película se estrenó hace escasos días en Estados Unidos y los Oscar se celebran la madrugada del 10 de febrero.