El 22 de noviembre de 1963, alrededor de las 13:40 horas, las tres grandes cadenas de televisión de Estados Unidos –NBC, CBS y ABC– interrumpieron su programación para informar de un trágico suceso que conmocionaría a la sociedad estadounidense: "En Dallas, Texas, tres disparos han impactado en la caravana del presidente Kennedy. Las primeras informaciones dicen que ha sido gravemente herido por el tiroteo". Las palabras de Walter Cronkite, presentador de la CBS, que media hora después volvería a interrumpir una telenovela para confirmar la muerte de John F.