Quienes pronosticaron la victoria del presidente Nayib Bukele en las elecciones legislativas del domingo en El Salvador pudieron ver el lunes la más rotunda de las confirmaciones posibles. La coalición oficialista –dos partidos nuevos y uno antiguo y marginal– puso fin a tres décadas de excluyente bipartidismo (veinte años de gobierno de un partido derecha y diez de su rival, de izquierda). El oficialismo ha ganado mayoría propia en la Asamblea Legislativa, una victoria que Bukele tuitea con signos de exclamación y cielos nocturnos que brillan por los fuegos de los festejos.