La Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC), fundada en 1974, fue en su momento un reconocido lugar de encuentro para el debate entre los distintos segmentos de la derecha estadounidense, pero ya hace siete años que se ha convertido en un rito de adoración a Donald Trump. El expresidente, endiosado por los creyentes de una religión llamada MAGA ('Make America Great Again'), ha podido comprobar en esta edición que está perdiendo fieles, después de tres decepcionantes resultados electorales, que han desatado las voces críticas en su partido y han propiciado la búsqueda de alternativas.