Peter Lord tenía poco más de veinte años cuando decidió que iba a vivir el resto de su vida animando muñecos de plastilina. Él, junto a su amigo de la infancia David Sproxton, habían fundado un pequeño estudio de animación llamado Aardman Animations en 1972, que les iba más o menos bien a base de encargos publicitarios y secuencias animadas para televisión.
En 1985, decididos a hacer sus propias películas, ficharon a Nick Park, animador que por entonces trabajaba en su proyecto de final de carrera. Un proyecto que se convertiría en La gran excursión, primera aventura de Wallace y Gromit, dos de los personajes más célebres de la animación británica.