El sorpresivo adelanto electoral que decretó Pedro Sánchez tras el fiasco del PSOE en las elecciones municipales y autonómicas pilló a todo el mundo con el pie cambiado. Y una de las primeras preguntas que emergieron en Bruselas fue qué pasaba con la presidencia rotatoria del Consejo de la UE, que le corresponde a España durante este semestre. Tanto el Gobierno como las instituciones europeas se esforzaron por dar un mensaje de normalidad. Pero lo cierto es que un cambio de Gobierno en plena presidencia es inusual y habría obligado a los nuevos ministros a ponerse al día de los expedientes que están en plena negociación.