Dedicar una parte de un establecimiento a vender ropa y artículos de decoración con la bandera arcoiris o escoger a una actriz transgénero para protagonizar una campaña de publicidad son decisiones que pueden costar millones de dólares a una compañía en Estados Unidos.
Así le ha ocurrido a dos grandes empresas de ese país, la cadena de distribución Target y el fabricante de la cerveza Budweiser. Y no son las únicas. En los últimos meses han ido sucediéndose boicots contra empresas por su posicionamiento LGTBI.