Una de las primeras imágenes que llegaron del ataque de Israel al convoy de World Central Kitchen (WCK) en Gaza fue la de tres pasaportes ensangrentados: uno británico, otro polaco y otro australiano. Son tres de las nacionalidades de los siete trabajadores de la ONG asesinados por los misiles disparados por el Ejército israelí. Los fallecidos —tres ciudadanos británicos, una australiana, un polaco, un palestino y un ciudadano de doble nacionalidad de EEUU y Canadá— venían de cuatro continentes distintos y tenían entre 25 y 57 años.