Los pasaportes de vacunación para impulsar la movilidad mantienen dividida a la Unión Europea: hay países que los quieren poner en marcha ya –como Polonia, República Checa y Eslovaquia–, hay otros, que para abril –Grecia–, y hay algunos que no están seguros aún por falta de pruebas de que un vacunado no transmite la enfermedad. El Consejo Europeo de este jueves ha vuelto a evidenciar que Francia, los países del Benelux y, en menor medida, Alemania, se resisten a la idea, mientras los países más dependientes del turismo y algunos del centro de Europa –como Austria– empujan para poner en marcha certificados de vacunación que sirvan de sustituto a las pruebas PCR o cuarentenas.