El primer ministro británico, Boris Johnson, ha afrontado su primera sesión parlamentaria tras ser multado por celebrar su cumpleaños en plena pandemia y ha recibido un aluvión de críticas desde la oposición, que pedía su dimisión.
El jefe de Gobierno, que también recibió críticas desde sus propias filas, ha mantenido un guion similar al de anteriores comparecencias para justificar el escándalo de las fiestas en Downing Street y ha expresado reiteradamente sus "absolutas disculpas" por haber violado las restricciones que él mismo dictó para frenar los efectos del coronavirus.