El presidente Trump da todos los días una rueda de prensa para hablar del coronavirus. Resulta razonable, ya que hacen falta muchas explicaciones para comprender cómo esa epidemia que estaba "totalmente bajo control" hace poco, va a acabar dejando hasta 240.000 muertos en EEUU. Sin embargo, lo más interesante de esas comparecencias diarias es lo que viene después de Trump: el momento en que un señor mayor, bajito y con gafas, se acerca al micrófono que el presidente acaba de dejar y procede a desmentir todas sus mentiras y exageraciones en un tono tranquilo y explicativo. Ese señor es el doctor Anthony Fauci.