El mes pasado los estadounidenses se compraron 2,5 millones de armas, la mayor cifra de las últimas dos décadas. El miedo siempre ha sido de gran ayuda para el negocio del armamento y, ahora que el Gobierno cree que pueden morir hasta 240.000 personas por coronavirus, el país va sobrado de miedo. Si hace dos semanas había colas en los supermercados, esta semana las hemos visto en armerías. Con respecto al mismo mes del año pasado, sus ventas han aumentado un 85%.
No es solo que los estadounidenses estén comprando más armas, es que además la patronal de los vendedores confirma que la inmensa mayoría de ellos está haciéndolo por primera vez.