"Pensé: 'Voy a empezar a tomar píldoras anticonceptivas para que me deje de venir la regla’, ya que no podía pagar los productos higiénicos", dice Eleanor Covell. "En ese momento, pensé que era una gran idea, pero luego sufría calambres extraños y mi peso fluctuaba todo el tiempo".
Eleanor Covell vive en Reino Unido. Cuando era más joven, sufría de lo que se conoce como pobreza menstrual. Pero nunca se lo contó a nadie, porque se sentía "abochornada" por no poder comprar tampones y compresas.