A medida que Israel iba acentuando su asedio a la Franja de Gaza en respuesta al ataque de Hamás, la división en la UE se ha hecho palpable y los 27 se han visto obligados a reconducir a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que se ha erigido en la voz internacional de la UE, a pesar de que es un papel que no le corresponde. El apoyo incondicional a Benjamin Netanyahu ha generado malestar en algunos gobiernos, los contactos se han multiplicado y la alemana ha matizado su discurso.
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