“Las palabras importan”. Fue la justificación que encontró el portavoz de la Comisión Europea, Eric Mamer, para la tardanza en matizar al comisario húngaro, Olivér Várhelyi, que había anunciado la suspensión de la ayuda europea al desarrollo para Palestina. El retraso en la difusión del comunicado aclaratorio, tras haber avalado el mensaje trasladado en redes sociales por el hombre de Viktor Orbán en Bruselas, pretendía no dejar margen al error o la interpretación.
Por eso, casi una semana después del ataque de Hamás a Israel, no hay margen al error o la interpretación en la posición expresada por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien ha eludido en todo momento hacer referencia al derecho internacional en su alegato sobre el derecho de Israel a defenderse.