Era casi medianoche en Polonia y los ciudadanos seguían haciendo cola el domingo para votar en las elecciones generales en las que se jugaba el destino de su país y su posición en la Unión Europea. Las colas eran tan largas que en la ciudad de Breslavia votaron hasta las tres de la mañana. La participación, más del 74%, es la más alta desde las primeras elecciones democráticas en 1989. Y todavía más llamativo es que, según la encuesta a pie de urna de Ipsos, la participación fuera más alta entre los jóvenes entre 18 y 24 años que entre los mayores de 60, algo inusual en el viejo continente.