El Estado de Israel lleva años queriendo “dar una lección” a la ONU y cuestionando incluso su “derecho a existir” por lo que considera una política sesgada y tendenciosa en su visión del conflicto con Palestina. Los representantes israelíes libran una larga batalla con la institución y, particularmente, con varios de sus organismos y agencias, incluido el Consejo de la ONU de Derechos Humanos; la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos, UNRWA; y la Organización de Naciones Unidas para la Educación, Ciencia y Cultura, UNESCO, entre otras.