El Gobierno ha abierto definitivamente en el último mes el complicado debate sobre el modelo fiscal del país para los próximos años. La reforma fiscal, el comité de expertos y el plan de recuperación han traído consigo un objetivo para el Ministerio de Hacienda: acercarse a la recaudación que tienen otros países europeos. No es una tarea fácil, ya que las posiciones de las que se parten respecto a la media comunitaria son muy lejanas. De los 27 países que componen la Unión Europea, España ocupa la posición 19 por el nivel de ingresos fiscales frente al PIB, conocido habitualmente como presión fiscal.