Llega a España Disney+, la plataforma de VOD de la compañía del ratón. Y lo hace con un catálogo que incluye sus marcas más rentables, tras años de colonizar el mercado de nuestras miradas, y conseguir que una de cada tres personas que va al cine lo haga para ver una película del gran imperio californiano.
Disney+, sin embargo, no es más que un servicio dentro del inmenso emporio de la marca. Supone una fuente de ingresos testimonial para un entramado empresarial cuya gallina de los huevos de oro ya no pone ni en los cines: lo hace en el negocio de los parques de atracciones, las licencias de derechos y el merchandising derivado.