La carrera de Amaia Romero es una anomalía dentro de la industria musical, uno de esos extraños casos en los que el arte se impone a las exigencias comerciales. Lo es, sobre todo, si se tiene en cuenta que su salto a la fama ocurrió a través de ‘Operación Triunfo’, el mayor escaparate mainstream que pueda existir.

A la ilustradora y autora de cómic Laura Pérez (Valencia, 1983) le van bien las cosas. Sus dibujos han acompañado múltiples libros, y alcanzó una inmejorable exposición con su colaboración en Solo asesinatos en el edificio, una serie de televisión en la que Pérez realizó la pieza de créditos, pero también los dibujos que realizaba una de sus protagonistas, interpretada por Selena Gómez.

En 1999 Walter Salles optaba al Oscar a la Mejor película de habla no inglesa por su maravillosa Estación central de Brasil.

Tres años después de que Larra invocara a Asmadeo para decir y titular El mundo todo es máscaras. Todo el año es carnaval (1833), Bécquer afrontó el asunto en uno de sus artículos de El Museo Universal y dio por muerto el carnaval mismo, alegando que había quedado reducido «por falta de aire que purifique sus pulmones» a un simulacro sin más sentido que la vanidad de la «sociedad elegante» y el deseo popular de pasear «al aire libre» las borracheras.

“Si te quedas mirando la violencia mucho tiempo, pasa a ser lo único que ves, incluso con los ojos cerrados ves violencia, la ves en sueños, hasta que un día te despiertas y eres otra persona, alguien que ya no puede dejar de ver”.

Nathalie Tocci dirige el Instituto de Asuntos Internacionales de Roma, un centro de estudios fundado hace 60 años por Altiero Spinelli, político comunista que luchó en su juventud contra el fascismo de Benito Mussolini y federalista europeo considerado uno de los padres fundadores de la Comunidad Europea.

Solo había una película española en toda la Berlinale, y no estaba en la Sección Oficial, por lo que ni siquiera podía ganar el Oso de Oro, pero sin embargo, el paso por el festival de Sorda, la ópera prima de Eva Libertad, ha sido exitoso y augura una larga carrera para este excelente debut que cuenta la maternidad de una mujer sorda.

Solo había una película española en toda la Berlinale, y no estaba en la Sección Oficial, por lo que ni siquiera podía ganar el Oso de Oro, pero sin embargo, el paso por el festival de Sorda, la ópera prima de Eva Libertad, ha sido exitoso y augura una larga carrera para este excelente debut que cuenta la maternidad de una mujer sorda.

Me dedicaba a holgazanear durante todo el día. Leía a Cortázar y fumaba en la cama. A la tarde me acercaba al Candela a saludar a Miguel. Y si no había comido, su madre abría una lata de atún y me preparaba un bocadillo. 

Jugábamos al ajedrez en la mesa del fondo.

Hubo alguna ocasión en que la Real Academia Española dejó de ser y llamarse Real. Fue, por ejemplo, en la Segunda República, de 1931 a 1939. Durante aquellos años, la corona de su emblema pasó a ser mural, de murallas con torreones intercalados. Podemos verla en la portada del malogrado Diccionario histórico de la lengua española (1933-36) —que solo llegó a ver dos tomos, los correspondientes a las letras a y ce— y también si vamos a la Biblioteca de la Docta Casa y solicitamos la consulta de las signaturas d 0-83 y d 0-84, que pertenecen al Diccionario de la lengua española en su decimosexta edición, publicado en 1936 por los talleres de Espasa Calpe.