Los 27 recuperarán el próximo año el Pacto de Estabilidad que quedó suspendido con la irrupción de la pandemia para que los gobiernos pudieran hacer frente a la crisis con inéditos incrementos del gasto público. Ahora tocará apretarse el cinturón, pero con unas reglas más flexibles que las que operaban hasta ahora y que estuvieron en vigor durante la crisis financiera de la pasada década. Bruselas ha planteado un sistema 'a la carta' para que los estados miembros lleguen a los objetivos máximos del 3% del déficit y del 60% de deuda pública en el que la Comisión Europea negociará individualmente con los planes de ajuste.