Este año no va a pasar a la historia por ser el mejor para el comercio. La inflación se ha llevado por delante buena parte del poder adquisitivo de los consumidores, los tipos de interés ponen cuesta arriba endeudarse y la competencia de Amazon y sus precios hacen muy difícil rentabilizar la venta online. Sea por el motivo que sea, en 2023 se han multiplicado los procesos de quiebra y suspensión de pagos de cadenas vinculadas al comercio tradicional.
La última en sucumbir es Wilko, un gigante británico que suma 12.000 empleados.