Después de tres semanas de caos, divisiones y disfuncionalidad en el seno del Partido Republicano, que han sumido a Estados Unidos en la parálisis legislativa, al fin la Cámara de Representantes ha logrado elegir a su nuevo presidente: Mike Johnson, que no era la primera opción de nadie, ha sido el único capaz de reunir los votos de los republicanos ultras y los "moderados". Sucederá a Kevin McCarthy, que fue elegido en enero tras otro episodio inédito, requiriendo hasta 15 votaciones, y fue destronado por una moción impulsada por los miembros más extremistas de su propio partido.