El pasado 21 de noviembre, dos semanas antes de ser detenida, la eurodiputada socialista griega y vicepresidenta del Parlamento Europeo, Eva Kaili, tomaba la palabra para defender a Qatar en el pleno de Estrasburgo. Eran las ocho de la tarde, y se estaba debatiendo sobre las violaciones de derechos humanos y laborales en nombre del capitalismo futbolístico. Después de aquel debate, los eurodiputados aprobaron una resolución en la que pedían a Qatar que investigue las muertes de trabajadores y acusaba a la FIFA de dañar “gravemente” al fútbol.