La bancarrota de Lehman Brothers reapareció como un fantasma el pasado 13 de marzo, cuando colapsó otro banco estadounidense, el Silicon Valley Bank, a pesar de las diferencias de la coyuntura de 2008 y 2023, y de los bancos entre sí. Al otro lado del charco, la autoridades europeas reaccionaron rápidamente para enviar un mensaje de calma a los ciudadanos, pero también a los mercados. “No hay contagio directo. La posibilidad de un impacto indirecto es algo que tenemos que monitorizar, pero de momento no lo vemos como un riesgo significativo”, dijo desde el primer momento el comisario de Economía, Paolo Gentiloni.
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