Hunter Biden, hijo del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha aceptado un acuerdo con la Fiscalía para declararse culpable de dos cargos fiscales. Admite no haber declarado al fisco a tiempo los ingresos que recibió en 2017 y 2018, y no haber pagado por ellos, a cambio de que los fiscales recomienden la libertad condicional para él, con lo que podría evitar entrar en la cárcel.
El arreglo también incluye lo que en el argot judicial de EEUU se denomina "desvío previo al juicio" en lo que se refiere al cargo de posesión ilegal de un arma de fuego.