El presidente chino paró en Marruecos en su camino de vuelta a casa desde la cumbre del G20 en Brasil para mostrar la creciente sintonía entre ambos países
Xi Jinping, presidente de la República Popular China, desciendía el viernes por la larga escalinata del avión oficial unos minutos después de aterrizar en el aeropuerto internacional de Mohamed V en Casablanca. En la última escalera le recibía una larga alfombra roja, el príncipe heredero marroquí, Moulay Hassan, y el primer ministro, Aziz Akhannouch.