A pesar de los últimos movimientos por parte de Europa y Reino Unido, el primer ministro israelí sigue adelante con su plan de ocupar el enclave palestino y arrinconar a la población palestina en el sur
La UE revisará el acuerdo comercial con Israel ante la ofensiva de Netanyahu para destruir Gaza
Benjamín Netanyahu ha ofrecido este miércoles su primera rueda de prensa desde diciembre y ha reiterado que su objetivo es controlar toda la Franja de Gaza cuando termine la ofensiva que el Ejército israelí intensificó el pasado fin de semana, dando comienzo a la bautizada como operación 'Carros de Gedeón'.
Desafiando los llamamientos internacionales de sus aliados europeos, así como las medidas de presión que anunciaron ayer tanto la Unión Europea como Reino Unido, Netanyahu ha respondido que aquellos que piden a Israel que detenga la guerra antes de tiempo están “básicamente llamando al mantenimiento del control de Gaza por parte de Hamás”. Preguntado sobre si Israel estaría dispuesto a asumir sanciones por su ofensiva en Gaza, Netanyahu no ha dudado: “Seguiremos haciendo lo necesario para completar la guerra”, ha dicho en declaraciones recogidas por la Agencia EFE.
El martes, la UE anunció que revisará el acuerdo comercial con Israel, después de que una mayoría de Gobiernos de los 27 se haya posicionado a favor de revisarlo al entender que Tel Aviv está vulnerando el artículo 2, que establece la obligatoriedad de cumplir con el derecho internacional y los derechos humanos. El Gobierno británico también anunció la suspensión de sus negociaciones comerciales con Israel y nuevas sanciones contra personas y organizaciones en los asentamientos de la Cisjordania ocupada. Además, desde Estados Unidos han llegado quejas por las imágenes de la hambruna en Gaza.
Los Gobiernos occidentales han elevado la presión sobre Israel al constatar la crisis humanitaria que ha causado con más de dos meses y medio de bloqueo absoluto de la ayuda humanitaria, que desde el 2 de marzo no había entrado a Gaza hasta esta misma semana, cuando el Ejecutivo hebreo decidió permitir el ingreso de una cantidad irrisoria. Netanyahu ha admitido ante los periodistas que sus aliados “no pueden aceptar una situación en la que hay una crisis humanitaria en Gaza”. “Debemos evitar una crisis humanitaria para poder preservar nuestra libertad operativa” en la Franja, ha agregado.
El primer ministro ha explicado que tiene un plan para distribuir los suministros básicos a la población de Gaza, sin que caigan en manos de Hamás, en coordinación con Estados Unidos. El plan prevé establecer puntos de distribución de comida, gestionados por empresas estadounidenses y protegidos por las fuerzas israelíes, y crear una “zona estéril” en el sur del enclave donde los civiles reciban “asistencia humanitaria completa”, según los detalles que recoge The Guardian. La población civil será desplazada hacia el sur “desde las zonas de combate por motivos de seguridad”, según Netanyahu, quien no ha indicado la extensión de esa zona. El Ejército israelí ya controla amplias partes de la Franja y el 80% del territorio se encuentra ocupado o bajo órdenes de evacuación castrense, mientras que los gazatíes están hacinados en áreas cada vez más reducidas.
Netanyahu ha reiterado que Hamás debe desarmarse y que Israel tiene que tener garantías de seguridad para poner fin a la guerra que comenzó después de los ataques del grupo islamista del 7 de octubre de 2023. Desde entonces, el ejército ha asesinado a unos 53.000 palestinos, la mayoría menores de edad y mujeres, según las autoridades locales. Durante su asalto a las comunidades judías próximas a la frontera con Gaza, Hamás mató a unas 1.200 personas y secuestró a otras 251; de ellas, 58 permanecen retenidas en la Franja y el primer ministro ha dicho este miércoles que sólo tiene la certeza de que 20 siguen con vida.