El Banco Central Europeo (BCE) se ha obcecado en otra subida de los tipos de interés de 0,5 puntos, hasta el 3,5%, pese a que suponga aumentar el riesgo de una crisis bancaria. La institución prioriza la lucha contra la inflación y cumple su compromiso de mantener la agresividad en el incremento del 'precio' oficial del dinero.
En contraposición, para aliviar la incertidumbre existente en el sistema financiero tras la caída del Silicon Valley Bank o los problemas de Credit Suisse, el BCE asegura en su comunicado que "está haciendo un atento seguimiento de las actuales tensiones en los mercados y está preparado para responder como resulte necesario para mantener la estabilidad de precios y la estabilidad financiera".