Los últimos datos oficiales del mercado inmobiliario, si se ven en conjunto, señalan que la vivienda en venta está sufriendo el impacto de los tipos de interés y de un Euribor en máximos de los últimos 15 años. Por un lado, se ha desplomado el número de hipotecas que se firman en las entidades bancarias. Por otro, caen las transacciones inmobiliarias, sean pisos nuevos o de segunda mano; y, en paralelo, el parque de viviendas recién construidas marca otro mínimo desde el pinchazo de la burbuja.