La Comisión de Bolsa y Valores de EEUU (SEC, por sus siglas en inglés) ha demandado a Elon Musk para obligarlo a testificar sobre su adquisición de Twitter el año pasado, con la que podría haber incurrido en un delito de fraude bursátil. El también director ejecutivo de Tesla no acudió a la citación del pasado 15 de septiembre en la que debía prestar declaración como parte de la investigación de la SEC sobre su compra de acciones de esta red social, ahora conocida como X, que acabó cerrándose con un acuerdo valorado en unos 41.708 millones de euros.