Un ejecutivo del sector ve “muchas incógnitas por despejar” sobre las causas y apunta tres errores: la caída de generación en el Suroeste, cortafuegos que no funcionaron y la desconexión con Francia, que propició una caída masiva de potencia
El Gobierno pide más información a las operadoras sobre el apagón
De un lunes aparentemente normal a un apagón inédito en décadas en cinco segundos. El 28 de abril de 2025 pasará a la historia como el día en que la Península Ibérica quedó horas paralizada por una crisis cuyas razones están por aclarar aún.
Un ejecutivo del sector que pide el anonimato ve “muchas incógnitas por despejar” sobre esta crisis y apunta tres “errores en cadena”: la parada de una central, probablemente solar, en Extremadura; unos cortafuegos, los que gestiona el operador del sistema, Red Eléctrica (REE), que no funcionaron adecuadamente; y la desconexión con Francia para evitar el contagio al resto de Europa [“Habría que preguntarse por qué”]. La consecuencia: se desenchufó el 60% de la generación en España porque no hubo forma de equilibrar el sistema... y 'cero total'.
El Gobierno, que no descarta la actuación de un “agente externo” o un evento “fortuito” como desencadenante de este caos, se ha encomendado a las conclusiones del comité específico creado al efecto, presidido por el Ministerio para la Transición Ecológica y que componen varios organismos.
La vicepresidenta y ministra Sara Aagesen, que este viernes prevé reunirse con su homóloga portuguesa, María da Graça Carvalho, y con el presidente del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), Juan Carlos Lentijo, informó este jueves al comisario europeo de Energía, Dan Jorgensen, de la puesta en marcha de ese comité para “saber donde estábamos antes de que ocurriera, qué pasó durante y qué ocurrió después”.
Lo hizo horas después de realizar un nuevo requerimiento de información “por escrito” a las compañías y tras reunirse a primera hora con Cani Fernández, presidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), regulador del sector e integrante de ese comité.
Este órgano de nueva creación deberá elaborar un informe que explique qué ha pasado para corregir las debilidades del sistema y qué medidas adoptar, en su caso, para evitar que una situación así se repita. Entre sus integrantes están también el vicealmirante Javier Roca Rivero, comandante del Mando Conjunto del Ciberespacio, y Javier Candau, jefe del Departamento de Ciberseguridad del Centro Criptológico Nacional, que depende del Centro Nacional de Inteligencia (CNI).
El comité se reunió por primera vez el miércoles y prevé volver a hacerlo el sábado en la sede de REE, empresa en la que el Estado tiene un 20% y que no participa en esa comisión de investigación. Su presidenta, Beatriz Corredor, está en una posición muy incómoda. Hay malestar del Ejecutivo con la exministra socialista, que el miércoles, en sus primeras intervenciones públicas casi 48 horas después del colapso, descartó dimitir tras negar responsabilidad alguna de la compañía en estos hechos.
Una enormidadTransición Ecológica y REE han asegurado que hasta las 12.33 horas del lunes la situación en el sistema eléctrico era “estable”. Pero todo se vino abajo en esos famosos cinco segundos, una enormidad en un sistema tan endiabladamente complejo como el eléctrico. Son 250 ciclos de 20 milisegundos cada uno si se traduce a una frecuencia de 50 hercios, que es la que necesitan las redes de transporte (las grandes líneas de alta tensión propiedad de REE) y las de distribución (que llevan la energía a los puntos de consumo, de las grandes eléctricas).
A las 12 horas, 33 minutos, 16 segundos y 442 milisegundos del lunes, hubo una primera oscilación en la frecuencia de la red “compatible con una aparente pérdida de generación” en la zona Suroeste de España, presumiblemente en Extremadura. Se desconocen las razones, cuánta potencia se pierde, qué tecnología es y dónde está exactamente, según Transición Ecológica.
Ese primer incidente se resolvió pero 1,3 segundos después llega otra gran oscilación en la misma zona (de nuevo, se desconoce de qué tecnología y en qué nudo concreto, según Transición Ecológica), que según REE “ya no se pudo estabilizar”: no hubo forma de que la generación flexible (la hidráulica y las centrales de gas) pudiese reaccionar a tiempo para lograr el delicado equilibrio instantáneo entre la oferta y la demanda con el que funciona el sistema.
La hipótesis que se ha manejado en los últimos días es la desconexión en primera instancia de una gran instalación solar en Extremadura. Allí tiene dos grandes fotovoltaicas Iberdrola, que el martes afirmó que en el momento del apagón “estaban acopladas todas aquellas centrales de su parque de generación que habían recibido las pertinentes instrucciones por parte de Operador del Sistema”.
REE “cuenta con toda la información de la oferta y la demanda instantánea”, subrayó Iberdrola. Su presidente, Ignacio Sánchez Galán, dijo el miércoles a analistas de Bolsa que la causa del apagón es algo que “tiene que aclarar Red Eléctrica”.
No hay explicación de por qué las reservas que gestiona el operador no funcionaron. Lo cierto es que esa caída adicional de generación propició una reacción en cadena: ante esa desviación de frecuencia, el sistema no tenía suficiente inercia para estabilizarse, se dispararon los mecanismos automáticos de protección y la Península Ibérica acabó desconectada del resto de Europa al saltar la interconexión con Francia. Esto propició que desaparecieran del mix eléctrico 15 GW, lo que se denomina 'deslastre de carga'.
El Gobierno investiga ahora qué produjo esas dos pérdidas de generación y por qué el sistema se fue a negro en un día en el que la fotovoltaica estaba cubriendo cerca del 60% del consumo, algo que, desde el punto de vista operativo y de integración de las energías renovables, no tenía nada de particularmente extraordinario.
Transición Ecológica ha subrayado que en el último año ha habido una combinación “parecida” de solar y eólica en el mix en “uno de cada siete días”, 14% del tiempo, sin los catastróficos resultados del lunes. Cree que esta situación habría sido “menos probable” con más interconexión con Francia. Respecto a si más almacenamiento lo habría evitado, “hasta no tener el 'post mortem' no se puede establecer un contrafactual. Es imposible hasta que no simulemos qué ocurrió”.
Una hipótesis muy extendida es que, con mayoría de generación limpia, el sistema no tenía suficiente “inercia” para aguantar esas oscilaciones bruscas de frecuencia. Esa inercia la proporciona la energía cinética que almacenan las tecnologías conocidas como síncronas: turbinas hidráulicas, de gas, carbón o nuclear.
Las renovables en la actualidad no tienen esa inercia. Los aerogeneradores y los paneles solares generan corriente continua y para volcar su electricidad necesitan convertirla mediante inversores a corriente alterna a una frecuencia constante, los citados 50 hercios; pero pueden lograr inercia mediante una tecnología llamada grid forming, que pueden incorporar también las baterías.
Con ella, eólica y fotovoltaica no utilizan los inversores tradicionales (grid following) y no necesitan que la red ya exista: pueden iniciarla, estabilizarla y sostenerla. Transición Ecológica dice no tener información para achacar un mal funcionamiento del sistema a la no incorporación de ese mecanismo.
El ingeniero industrial, experto en energía e inversor Joaquín Coronado, exdirectivo de EdP y expresidente de Redexis, apuntaba este jueves en un post en LinkedIn que el apagón “no es por falta de inercia en capacidad instalada, tampoco por falta de inercia disponible”.
La cuestión “es cómo la usó Red Eléctrica con los procedimientos y herramientas de gestión que tiene a su disposición”, las denominadas restricciones técnicas (que permiten poner a funcionar generación que no ha casado por precio en el mercado mayorista) y los servicios de balance que dan reserva al sistema.
En diversas entrevistas en los últimos días, Jorge Sanz, socio de la consultora Nera, exdirector de Política Energética con José Luis Rodríguez Zapatero y expresidente de la Comisión de Expertos para la Transición Energética que creó el Gobierno del PP, ha apuntado a REE como responsable del apagón, tal y como recogía este jueves Financial Times.
Sanz declaraba el martes a elDiario.es que “todo apunta a un problema de mala gestión. Puede que hayan metido demasiadas solares y eólicas, que no pueden dar servicios de balance, y demasiada poca hidráulica, gas y nuclear, que sí pueden hacerlo. Cuando vas a dar la instrucción no tienes instalaciones que puedan bajar carga y eso explicaría lo ocurrido. No digo que haya sido así, solo lo sabe Red Eléctrica, pero tiene que explicarlo de una forma clara”.
El Gobierno ha asegurado que “es aventurado sacar conclusiones culpando a una tecnología, planta o circunstancia concreta” y reconoce que “varias cosas” no funcionaron como debían. REE ha descartado un ciberataque en sus instalaciones, vía que no ha terminado de desechar el Ejecutivo.
Ante la confusión por las causas del apagón, se ha recrudecido la batalla ideológica sobre renovables y nucleares. El miércoles, el PP condicionó su apoyo al decreto antiaranceles a una prórroga de los reactores que lleva meses reclamando. Pedro Sánchez ha acusado a las nucleares de ser más un problema que una solución en esta crisis.
Una de las primeras llamadas de Transición Ecológica tras el apagón fue al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). Tras el 'cero nacional' todas las centrales activaron sus planes de emergencia interior y se pusieron en modo prealerta para refrigerar sus reactores, sin que se materializara ningún riesgo. Una de las prioridades en la reposición del servicio fue que la energía llegara a las nucleares, que hasta la mañana del miércoles no se habían acoplado al sistema.
Fueron la hidroeléctrica y las centrales de gas las fuentes que permitieron restablecer el servicio desde el cero absoluto en un tiempo corto para un incidente tan grave. También las interconexiones: a las 12.44, once minutos después del apagón, España ya estaba recuperando conexión con Francia como punto de amarre para poner en marcha el sistema. Y a las 13: 07 se alimentaba la primera carga desde Marruecos.
Este jueves, la asociación europea de gestores de redes Entso-E, a la que pertenecen REE o la portuguesa REN, anunció la creación de un panel de expertos para investigar el apagón, tal y como recoge la legislación europea “para un incidente tan grave y excepcional”. Entso-E felicitó a los gestores ibéricos de redes por la “rápida y completa” reposición del servicio, con el “soporte y colaboración” de sus homólogos de Francia y Marruecos.