"Ser presidente de los Estados Unidos es básicamente lo más fácil del mundo. Lo único que tienes que hacer es llegar puntual a los sitios", opina el protagonista de uno de los relatos que forman parte de Alguien que te quiera con todas tus heridas.
Pronto descubriremos que no es que sea, efectivamente, un presidente de los Estados Unidos. Tiene un trabajo de poca monta en un parque de atracciones temático llamado Presidentilandia: se gana la vida vistiéndose del vigésimo primer presidente, Chester A.