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Meg Ryan regresa y dirige su propia comedia romántica: “El mercado es el que toma las decisiones en Hollywood”

Con la llegada del nuevo milenio Meg Ryan quiso demostrar que era más que una cara bonita, más que 'la chica de la peli'.

Lo hizo con dos apuestas que enterraron su posición de estrella. La primera, Prueba de vida, la llevó a las portadas de las revistas del corazón por su relación con Russell Crowe. Ryan dejaba a su pareja de toda la vida, Dennis Quaid, y comenzaba una relación con el actor de moda. Demasiada provocación para Hollywood, donde la moral y el recato son valores premiados. Por si fuera poco, en 2003 decide protagonizar En carne viva, un thriller erótico dirigido por Jane Campion que provocó el odio hacia ambas. Las críticas fueron machistas, salvajes y centradas en su desnudo más que en un filme que se avanzaba a su tiempo. Que daba la vuelta a un género machista para hablar del placer femenino.

Campion tardó en reponerse, y para Meg Ryan fue el fin de su reinado. Desde entonces, y tras un parón, encadenó proyectos que nunca tuvieron la relevancia de aquellas comedias románticas. Para evitarlo se ha liado la manta en la cabeza y ha escrito, protagonizado y dirigido ―la segunda vez que lo hace― una película que homenaje a esas comedias románticas pero con la que intenta aportar algo diferente. Lo que sucede después ―que se ha presentado en el BCN Film Fest antes de su estreno el 17 de mayo― es una película sobre dos antiguos amantes que se reencuentran en un aeropuerto, en medio de una tormenta de nieve, y ajustan cuentas con su pasado. 

No es de extrañar que el filme acabe con una dedicatoria clara: “A Nora”. Efectivamente se trata de la fallecida Nora Ephron, la guionista de sus mejores papeles (Algo para recordar y Cuando Harry encontró a Sally) y reivindicada en el presente como una pionera que entró en un mundo de hombres. Cuando a Meg Ryan le mencionan su nombre, se emociona. “Tengo tantas cosas por las que estarle agradecida a Nora”, dice y aclara que no solo por los trabajos que hicieron juntas, sino que la consideraba su amiga, y por supuesto “una mentora”. “Pensé en ella todos los días durante la película, muchas veces pensaba, ¿qué haría Nora aquí?”, explica.

También durante el proceso del guion y la preproducción: “Escribí sola la película, y luego llegas a una sala donde hay 150 personas interesándose por tu guion para darle vida. Me ayudó a comprenderla. Ella ha sido muy importante para el cine. Hizo películas realmente inteligentes que hablaban del momento cultural de su época en un tiempo en el que no había muchas mujeres haciendo esto en la industria. Tuvo éxitos comerciales, pero también hizo películas que no funcionaron, y me acuerdo de llamarla después de una de estas y preguntarle cómo estaba y que ella me dijera: ‘Soy una mujer, voy a hacer otra’. No sentía que fuera el final del camino para ella, sentía que tenía que seguir intentándolo. Fue un ejemplo maravilloso”, concluye. 

No siento que tenga que pedir perdón por hacer 'En carne viva', para nada. Es como si la gente estuviera enfadada conmigo con esa película, pero Jane Campion cambió mi vida como artista

Meg Ryan — Actriz

Si Nora Ephron captaba ese zeitgeist, Meg Ryan ha querido intentarlo con su película. “Esta película vino a mi cabeza durante la COVID, cuando estábamos en el confinamiento y todo el mundo estaba separado, sin conexión. Sentí que era una oportunidad que EEUU debía aprovechar para reconectarse. Es una película sobre dos personas que están dispuestas a pedir perdón, que están dispuestas a reconciliarse y a entenderse entre sí. Para mí, eso habla del momento actual en EEUU. Es lo que desearía que sucediera”, dice apuntando a la polarización de su país. 

Algo que sorprende, por desgracia, de Lo que sucede después, es ver a dos intérpretes de más de 50 años protagonizando un género donde normalmente solo entran los jóvenes. Para Meg Ryan la culpa es de quienes toma las decisiones. “Es un negocio movido por el mercado. Por lo que ven los espectadores. Tiene que ver con las fuerzas que mueven el mercado, por eso es una suerte poder haber hecho una película como esta, pero claro, tuvimos que hacerla con un presupuesto muy limitado y muy poco tiempo. Espero que el streaming traiga más oportunidades para películas como estas. Antes las películas independientes tenían su lugar. Había un viaje largo para ellas gracias al DVD y al mercado doméstico. No todo se reducía al estreno en cines. Ahora tenemos un modelo actualizado en el que no hay mucho riesgo en términos de dónde gastan el dinero”, opina.

David Duchovny y Meg Ryan en 'Lo que sucede después' David Duchovny y Meg Ryan en 'Lo que sucede después'

Vuelve a hablar del mercado cuando se le pregunta por En carne viva, la película por la que Hollywood terminó de destronarla. “De nuevo, las fuerzas del mercado son las que toman las decisiones. Algunos de los responsables ya ni siquiera están allí. Los peces gordos que movían las cuerdas… No siento que tenga que pedir perdón por esa película, para nada. Es como si la gente estuviera enfadada conmigo por ella, pero Jane Campion cambió mi vida como artista. Su actitud era de decir, ‘vamos a hacer esta película como si fuera un restaurante donde solo servimos una cosa, y el que no quiera, que no venga’. Nunca antes había visto esa actitud ni la había tenido, y eso me gustó. Me encantó”, zanja.

Asegura que la fama para ella no ha sido ni adictiva ni preocupante, pero cree que ahora es más difícil que cuando ella alcanzó la cima. “Yo sé que la gente es más amable conmigo de lo que debería por ello, y eso es muy bonito, pero también creo que para la gente de ahora ser tan famosa es más complicado. Hay cosas maravillosas en este negocio, como el poder trabajar con tantos artistas diferentes, pero a la gente que le gusta la fama, que solo quieren ser famosos… eso no es muy interesante”.  

Aunque en esta película haya producido, dirigido, escrito y protagonizado, para el futuro confiesa que prefiere centrarse solo en una de las facetas, y que este proyecto le ha hecho darse cuenta de lo fácil que es, en el fondo, ser actriz, sin tener que preocuparse por nada más que por hacer el trabajo lo mejor posible. Para ella, producir y dirigir ha sido la forma de ajustar cuentas con Hollywood y hacerle saber que sigue ahí.

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