La debilidad de la economía de Alemania tiene dos consecuencias contradictorias. Por un lado, es un riesgo directo para España, ya que es "el segundo cliente" de nuestro país, según el ICEX (Instituto español de comercio exterior), solo por detrás de Francia. Y, por el contrario, indirectamente podría reducir el daño de las subidas de los tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE) si provoca que la institución rebaje la agresividad de los últimos meses.
La actividad en la primera economía de la eurozona se contrajo entre enero y marzo por segundo trimestre consecutivo, tras haber sido revisado el dato de PIB (Producto Interior Bruto) a la baja este jueves.