La compañía estudia la nueva oferta del Gobierno y baraja presentarse junto a DKV o en solitario tras la renuncia de Adeslas, algo que descartó en la primera licitación
El Gobierno se da tres años para repensar Muface
La crisis de Muface se parece cada vez más a uno de esos culebrones en los que, pocos segundos después de resolverse una trama, se complica de imprevisto y viceversa. Después de que Adeslas anunciase el viernes que renuncia a presentarse a la segunda licitación para prestar asistencia sanitaria privada al funcionariado y de que algunas informaciones apuntasen este lunes que DKV se plantea hacer lo mismo, la tercera compañía que presta actualmente servicio a estos empleados públicos, Asisa, no descarta asumir el peso de la mutualidad en solitario.