"El abajo firmante, consciente de las consecuencias penales previstas en caso de declaraciones falsas a funcionarios públicos, declara bajo su propia responsabilidad...". La frase encabeza, junto a un varios campos para rellenar datos como la fecha de nacimiento, el domicilio o el DNI, el documento que los ciudadanos de Italia tienen que llevar consigo cada vez que salen de casa desde hace diez días, cuando el Gobierno italiano decretó la restricción de movimientos en todo el país como medida para detener la epidemia de coronavirus que ha dejado cerca de 50.000 casos positivos y 4.000 muertes.
Desde entonces, los residentes en Italia deben portar consigo el papel, conocido como la 'autocertificazione' [autocertificado], para justificar que están en la calle por los motivos autorizados por el Ejecutivo, similares a los que se han decretado en España: "necesidades de trabajo comprobadas", regreso al lugar de residencia, razones de salud o situaciones de necesidad, como ir a hacer la compra o a la farmacia.