Las trabajadoras cuyo contrato de trabajo se encuentre suspendido por un expediente de regulación de empleo temporal (ERTE) y que tengan hijos menores de tres años pierden su derecho al abono de cien euros mensuales o la deducción de hasta 1.200 euros anuales en el IRPF durante el tiempo en el que estén en esa situación.
El criterio no es nuevo, pero la Agencia Tributaria lo ha vuelto a aclarar hace unos días ante la avalancha de regulaciones de empleo debidas a la crisis del coronavirus, que ya afectan a 3,4 millones de trabajadores. Según la estadística de declarantes del IRPF de 2017 (última disponible), 830.640 personas (el 90% mujeres) disfrutaron la deducción por maternidad en ese ejercicio.