El camino del catalán, el gallego y el euskera para ser consideradas lenguas oficiales se va empinando. Cerca de una docena de socios europeos manifiestan dudas sobre la propuesta planteada por el Gobierno de España y alejan su aprobación, que requiere unanimidad. Países como Alemania o Francia, además de Suecia y Finlandia, han mostrado reticencias en la reunión de embajadores (COREPER) preparatoria del Consejo de Asuntos Generales del próximo martes en cuyo orden del día el Ejecutivo, como presidencia rotatoria, incluyó la discusión y adopción de la oficialidad en la UE del catalán, el euskera y el gallego para dar cumplimiento al acuerdo alcanzado con Junts.