El FROB, como se conoce al fondo de rescate bancario, se anotó 3.639 millones de euros de pérdidas en 2020, frente a las de 282 millones de un año antes. La sociedad estatal, propietaria entonces del 61,8% de Bankia y actualmente del 16% de CaixaBank, achaca el incremento notable de las pérdidas a los "efectos contables" de la fusión entre ambas entidades.
El FROB señala en un comunicado que ha estimado el valor contable que tenía a cierre de 2020 la participación en BFA, la sociedad que fue rescatada y a través de la cual era accionista de Bankia.