Rodeada de un caminito de piedras y de cuidados parterres de césped, las dos piscinas quedan a poca distancia del mar. Una tiene 25 metros y la otra es más reducida, pensada para los más pequeños. Están protegidas por un amplio jardín con altos pinos dentro del castillo de Roda de Berà, un lujoso resort de más de 33.000 metros cuadrados al que solo los funcionarios del Banco de España pueden acceder. Su construcción en 2019 costó más de 1,2 millones a esta entidad pública, aunque en los pliegos de la concesión no aparece la palabra "piscina" por ningún sitio.