Para los maquinistas de la Deutsche Bahn, la gran empresa de ferrocarriles de Alemania, han sido meses de movilizaciones. Desde el pasado mes de noviembre han protagonizado una docena de huelgas, incluida la más larga de la que haya memoria en la reunificada Alemania tras la caída del muro de Berlín.
Esas movilizaciones han llegado a tener a la tercera economía del planeta en jaque, al igual que a la paciencia de muchos usuarios del tren en Alemania. A ellos, por su paciencia y comprensión o pese a su falta, el sindicalista Claus Weselsky se mostraba agradecido hace unos días cuando salió a la luz el acuerdo que el Sindicato de Alemania de Maquinistas (GDL), lograba tras duras negociaciones con la dirección de la Deutsche Bahn.