Una investigación externa ha urgido a la constructora Ferrovial a reforzar los controles internos en una filial en Polonia, tras el estallido de un escándalo de sobornos a cambio de contratos de recogida de basuras que se saldó con el despido de dos de los principales directivos de la empresa.
Las autoridades de Polonia investigan desde hace más de un año una trama criminal organizada de supuesto blanqueo de capitales, fraude fiscal a través de facturas falsas de IVA y sobornos a cargos públicos relacionados con la obtención, según medios locales, de 128 millones de euros en contratos del Ayuntamiento de Varsovia.